Las características de las bicicletas holandesas
Famosas en los Países Bajos, donde la bici es el principal modo de moverse por la ciudad, estas bicicletas se adaptan perfectamente a un uso diario.
El cuadro
El cuadro tradicional de la bicicleta holandesa presenta un asiento más recto que respeta la curva natural de la espalda. Se suelen fabricar de acero o aluminio, y están equipados con una horquilla rígida y ruedas de 28 pulgadas, a veces de 26 pulgadas.
Los tipos de cuadro van desde el clásico (versión para hombre), curvo o trapezoidal (versión para mujer) o cuello de cisne (versión mixta). El cuadro cuello de cisne aporta una gran comodidad al ciclista y se recomienda especialmente para las mujeres o los ciclistas más pequeños, ya que es más fácil subirse y más comodidad mientras pedaleas.
Además, el cuadro cuenta con un tubo de dirección alto y un tubo de sillín corto para que la posición sea más cómoda y segura, con el pecho recto, la espalda relajada y la cabeza bien alta, para poder verlo todo en la carretera y anticiparte a los baches de la ciudad.
Componentes integrados y resistentes
Otra característica especial de las bicicletas holandesas es la integración y la protección de los componentes. Por eso, no debes extrañarte por ver un cárter de cadena completo para ocultar los elementos de la transmisión. La idea tiene dos vertientes: proteger los componentes para asegurar una gran durabilidad, y proteger a los ciclistas de las salpicaduras.
Incluso la elección de los componentes demuestra este interés por la integración de los componentes para conseguir una gran durabilidad. Las bicicletas holandesas están equipadas con bujes traseros de marchas integradas que necesitan mucho menos mantenimiento que los sistemas tradicionales con desviadores. También es muy habitual ver frenos de zapatas sobre llanta y sistemas de tambor o contrapedal.
La comodidad del equipamiento
Si nos fijamos en los detalles, todo en estas bicicletas está pensado para la comodidad del ciclista sobre la bici. El manillar curvo aporta un agarre en mano cómodo y te permite llevar una posición más recta y relajada. El sillín es ancho y tiene un relleno grueso, normalmente de piel y con muelles (espiral o elastómero). También tenemos que destacar las cubiertas de tipo balón anchas y cómodas, normalmente de color beis para darle un toque de estilo.
Accesorios prácticos
Como cualquier bici urbana que se precie, la bicicleta holandesa cuenta con todo lo que necesita el ciclista de ciudad a diario: guardabarros, luces de calidad, un buje con dinamo, un portaequipajes trasero, una cesta delantera o un protector de rueda.