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ACCESORIOS - Antirrobos

¿Cómo elegir un antirrobo para bicicleta?

Un antirrobo de calidad representa la forma más segura de proteger tu bicicleta en la ciudad o los entornos urbanos. Tardar unos minutos más o tan unos segundos basta para que no vuelvas a ver a tu amada burra de acero.

Aunque un antirrobo no supone una garantía infalible, no hay duda de que puede marcar la diferencia haciendo que el ladrón tarde más o disuadiéndolo. Por lo tanto, la elección de un antirrobo adecuado es primordial.

Las características de un antirrobo

  • El nivel de seguridad: la clasificación de las autoridades FUB, ART, Sold Secure, la etiqueta SRA...
  • Los tipos de antirrobo: antirrobo de cuadro para la bicicleta, antirrobo en U, antirrobo articulado y plegable, cadena, cable reforzado con armadura, cable sin armadura, antirrobos para accesorios (ruedas, sillines o tijas de sillín, equipaje, casco o cualquier otro componente o protección).

TODO LO QUE HAY QUE SABER SOBRE LOS ANTIRROBOS

El nivel de seguridad

Existen tres autoridades independientes encargadas que evaluar los antirrobos según su eficacia:

  • - FUB: Federación francesa de Usuarios de Bicicleta.
  • - ART: en los Países Bajos.
  • - Sold Secure: en Gran Bretaña.

Estas entidades prueban el material y lo puntúan. La FUB clasifica los antirrobos en dos niveles: el nivel « 1 rueda » para los modelos recomendables, y el nivel « 2 ruedas » para los modelos más seguros. ART distribuye sus notas de forma más tradicional con una escala del 1 al 5. Sold Secure reparte sus recomendaciones en forma de medallas: oro, plata y bronce. Algunas aseguradoras utilizan estas clasificaciones: exigen al ciclista que use un antirrobo de cierto nivel para poder asegurar la bicicleta.

 

Algunos antirrobos están clasificaciones por la « SRA » (Seguridad y Reparación de Automóviles). La SRA es un organismo profesional cuyas misiones son, entre otras, luchar contra el robo de vehículos. La SRA edita revistas de cargas y pruebas muy estrictas a las que someten a los antirrobos para comprobar su máxima resistencia. Las aseguradoras trabajan con la SRAM y exigen con bastante frecuencia usar un antirrobo con la etiqueta de la SRA.

 

Además, los mismos fabricantes de antirrobos prueban sus productos y le dan una nota o un nivel de resistencia frente a los intentos de robo o rotura. Como es lógico, estas notas no se otorgan de forma neutra o independiente, sino que sirven para diferenciar con claridad los modelos según el nivel de la gama en el catálogo del fabricante.

Los tipos de antirrobos

Los antirrobos se dividen en dos grandes categorías: los que sirven para proteger la bicicleta y los que sirven para proteger componentes o accesorios (como la tija de sillín o los sillines).

Los antirrobos para proteger la bicicleta

Antirrobo en U

Hay un dicho que cuenta que más vale un mal antirrobo en U que un buen antirrobo de cualquier otro tipo. El modelo más eficaz para impedir o retardar un robo es el que tiene forma de U. Se caracteriza por tener normalmente más de 1 kilo de peso ya que está hecho con acero grueso, pesado y denso, pero más ligero y sólido que una cadena. Tiene unos 10 cm de anchura, y de 15 a 30 cm de longitud (algunos modelos te permiten asegurar varias bicicletas al mismo tiempo). Suelen contar con un sistema de enganche al cuadro de la bicicleta para facilitar el transporte cuando te muevas. Además, algunos fabricantes confían mucho en sus producto y pueden reembolsar una cifra fija en caso de robo.

Antirrobo para cuadro

Este antirrobo se coloca en la rueda trasera y tiene una forma de herradura. Se trata de un accesorio fijo, unido a los tirantes (mediante abrazaderas, ojales de sujeción o integrado en el diseño de la bici) que disuade de los robos, ya que si tratas de romperlo rápidamente, el ladrón corre el riesgo de dañar la bicicleta. Un tipo de antirrobo que normalmente se fabrica con acero, que no es ligero, pero tiene la ventaja de que puede ir integrado en la bicicleta. Para desbloquear la rueda, basta con abrirlo y dejarlo en su sitio. Apenas notarás el espacio que ocupa y no tienes que guardarlo siempre. Para usarlo, sólo tendrás que bloquear la rueda y dejar la bicicleta sujeta en un lugar determinado. Una buena opción para las paradas cortas en la ciudad.

Antirrobo plegable

El antirrobo plegable recuerda por su forma al metro de un carpintero. Un modelo fácil de manejar, más eficaz que los cables y ocupa menos espacio que los antirrobos en U cuando esté plegado, aunque no llega al nivel de este último en protección. Los puntos de unión entre las diferentes barras planas de acero puede que sean uno de los puntos débiles. El antirrobo plegable sólo se recomienda para paradas cortas.

 
La cadena

Para clasificar una cadena antirrobo con el nivel « 1 rueda », la FUB exige que los eslabones (de acero duro) midan al menos 6 mm de diámetro. Para alcanzar el nivel « 2 ruedas », el peso tiene que ser mucho mayor. Este tipo de antirrobo, con diferentes eslabones inseparables se cierra con un candado con llave o código. Los modelos más largos te permiten enganchar fácilmente una o varias bicicletas a un punto. Una cadena corta sirve para asegurar una rueda al cuadro. Por su peso, es una buena opción no llevar la cadena siempre contigo y dejarla cerrada en el lugar de estacionamiento.

Cable con armadura

El cable con armadura, también llamado « boa » o « pitón », está formado por varios cilindros de acero articulados entre ellos. Un cable de acero recorre estos cilindros por el interior. Es flexible, fácil de guardar y de usar. La calidad de fabricación es muy variable y determina en gran medida su eficacia. La unión entre el cable y el candado de cierre es un punto crítico. Incluso un modelo de primer nivel es menos eficaz que un antirrobo en U, por lo que recomendamos usarlo sólo para pausas cortas.

Cable sin armadura

Este tipo de antirrobo presenta un cable de acero rodeado por una funda flexible de plástico. El grosor de la funda puede engañar: estos modelos sólo resistirán unos segundos si el ladrón tiene una cizalla. Se trata de un accesorio que no sirve para asegurar la bicicleta, sino los accesorios que lleves (como una alforja o una bolsa) en la bicicleta. Los cables sin armaduras son ligeros y fáciles de guardar. Siguiendo esta misma línea, hay antirrobos muy compactos fabricados con cables de acero retráctiles. Su finalidad es la misma, asegurar accesorios como el casco.

 

Antirrobos para accesorios

Los ladrones no les basta con llevarse una bicicleta entera. A veces, pueden intentar robar una rueda, la tija de sillín y el sillín. Para evitar que mutilen tu bici y que no la puedas usar, los fabricantes han diseñado sistemas antirrobo para sustituir los ejes de las ruedas o el cierre de la tija de sillín.

Por ejemplo, el sistema Tranz-X utiliza llaves específicas, mientras que los ejes Lock'N'Roll o Safering Gravity de Ixow no se abren hasta que se devuelva la bicicleta. Kryptonite presenta un sistema parecido (WheelNutz), pero para los ejes con pernos. Gracias a estas soluciones, basta con asegurar con atención tu bicicleta a un punto fijo de modo que no puedan darle la vuelta ni robarla.

Por último, tal y como hemos dicho anteriormente, un cable antirrobo pequeño se puede usar para asegurar un accesorio como una alforja.

¿Qué antirrobo es el más adecuado?

La elección de un antirrobo depende de algunos criterios como:

La inversión o el presupuesto

Un antirrobo de calidad es la base de la seguridad, pero la inversión debe corresponde al valor de la bicicleta que va a proteger. Un cálculo pertinente sería no gastar más del 20 % del precio total de la bici en el antirrobo, con un mínimo de 30 euros para empezar con un modelo eficaz. Por supuesto, todos estos valores se pueden adaptar según la situación de cada usuario. Si tu bicicleta, aunque sea barata y comprada de oferta, es la única forma que tienes de moverte o ir al trabajo, ya justifica la inversión puesto que desempeña una función esencial. Si tu bicicleta duerme a la intemperie o tienes que aparcarla en lugares con un mayor riesgo de robo, es mejor pensar bien la inversión que vas a realizar. Todas las bicicletas pueden robarse, desde la tope de gama a la más vieja y usada.
Puedes ver las recomendaciones de una marca de antirrobos aquí

Las notas y evaluaciones

Las notas y evaluaciones que otorgan las empresas independientes y los fabricantes mismos proporcionan buenas indicaciones para que elijas bien tu antirrobo según varios parámetros: la duración del estacionamiento (parada rápida, algunas horas, todo el día, toda la noche), la zona de estacionamiento (rural, semiurbana, urbana, centro de la ciudad). Un consejo sencillo: un antirrobo rígido es siempre más resistente que un antirrobo de cable. Y entre los antirrobos rígidos para estacionamientos largos, el que tiene forma de U ya ha demostrado su valía y es el modelo más seguro para proteger una bicicleta. Para las paradas muy cortas, si no puedes utilizar un antirrobo en U, los antirrobos de cuadro son otra buena opción.

 
La elección de la longitud

La forma de la bicicleta, el número de bicicletas que vas a enganchar y el punto en el que vas a dejar la bici son elementos que condicionan la longitud. Para engancharla a un poste de la ciudad, un antirrobo en U de forma tradicional (unos 25 cm de longitud) o uno plegable (unos 75 cm) bastaría para asegurar tu bicicleta. Si vas a enganchar dos bicicletas al poste (una bicicleta de adulto y un remolque o bicicletas de niños), o quieres colocar en una barrera o un poste más ancho (como los de la electricidad), un antirrobo en U de 30 cm o un modelo plegable de más de 90 cm se encargará del trabajo sin problemas.

La elección del cierre

Los cierres con llave son los más usados. Entre ellos, los cierres con discos también son muy habituales por su resistencia frente a las ganzúas y cizallas. Los antirrobos se venden con dos juegos de llaves, por lo que se recomienda guardar uno en casa, separado de la llave que usas habitualmente. Algunos fabricantes como Abus o el servicio Axa cubren las llaves perdidas y se pueden pedir nuevas, después de haber comprobado la referencia del antirrobo. Normalmente, los antirrobos incluyen una tarjeta con un código personalizado cuando los compras y se utiliza en estos casos.

Buen uso del antirrobo

No sirve de nada tener un buen antirrobo si no tomas ciertas precauciones cuando vayas a usarlo.



 

Identifica un punto fijo que se adapte bien
No sirve de nada atar la bici a un poste de 1 metro de altura. El ladrón sólo tendrá que levantar la bici tranquilamente hasta sacarla del poste. Sí, es bastante evidente, pero no todo el mundo piensa en estas cosas. La gran mayoría de los robos se producen porque se ha asegurado mal la bicicleta. Un poste alto o una barrera firme son lugares más adecuados.

Los lugares con gente de paso, con un buen número de bicicletas ya aparcadas, son los mejores sitios. Apenas habrá discreción para los ladrones potenciales. Un pasillo o un patio de una casa no son siempre lugares seguros, ya que ahí se producen la mitad de los robos.

Cuando tengamos el lugar y el punto fijo, tenemos que fijar la bici por el cuadro, obligatoriamente. Después podemos pensar en asegurar los accesorios. La rueda delantera se puede enganchar al cuadro y al poste con un único antirrobo. El cierre del antirrobo hay que orientarlo hacia el suelo, para reducir las posibilidades de que fuercen la cerradura.


 

El montaje ideal
Un antirrobo en U para asegurar el cuadro y la rueda delantera a un punto fijo bien adaptado. Otro antirrobo, como una cadena, para asegurar la rueda trasera al cuadro y al poste, aunque tengas que dejar el segundo antirrobo en el sitio cuando no esté aparcada la bicicleta. La tija de sillín se puede equipar con un eje antirrobo.

 

Truco: Un antirrobo en U puede servir para asegurar al mismo tiempo el cuadro, la rueda delantera y la rueda trasera. Basta con desmontar la rueda delantera para formar un conjunto compacto que el antirrobo en U pueda abarcar.


 

Los errores más comunes
Fijar la bicicleta a un poste demasiado bajo, usar sólo un antirrobo con cable para asegurar la bicicleta, no utilizar un antirrobo en las ruedas ni la tija de sillín, o peor, pasar el antirrobo por una de las ruedas y no por el cuadro... Muchos ciclistas se han encontrado sólo con la rueda delantera enganchada al antirrobo, el resto de la bici había desaparecido. Hay otros despistes como dejar los accesorios sin antirrobo (como las alforjas), sobre todo si están montadas en la bicicleta con un simple cierre rápido.


 

Por último, registrar la bicicleta es un complemento al uso de los antirrobos. Nos referimos al dispositivo Bicycode, creado por la FUB. La bicicleta, marcada con un número exclusivo, queda almacenada en la página www.bicycode.org con los datos del dueño. El 40 % de las bicicletas robadas se acaba recuperando, un sistema como éste da alguna posibilidad de ponerse en contacto con las personas dueñas de las bicicletas.

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