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E-BIKE - Bicicletas de carrera eléctricas > Bicicletas de carrera eléctricas

¿Cómo elegir una bicicleta de carrera eléctrica?

Las bicicletas de carrera eléctricas tienen un diseño específico, un peso más ligero y modelos para cualquier tipo de disciplina (senderismo, cicloturismo, rendimiento). Estas bicicletas representan una opción seria para todos los ciclistas. Pero, ¿qué aportan realmente este tipo de bicicletas y cuál es el modelo que mejor se adapta a lo que necesitas? Bikeshop te ayuda a tenerlo algo más claro.

¿Qué te ofrece una bicicleta de motor eléctrico?

La carretera ha sido el último escenario en el que han entrado las bicicletas eléctricas, poniéndose rápidamente al día con modelos de diseño exquisito en el plano estético y técnico. Unas bicicletas que sorprenden por su funcionamiento dinámico y su comodidad.

La gran ventaja de estas bicicletas es que ofrecen una mejor gestión del esfuerzo en función de tus ganas y tu estado de forma ese día, ampliando el horizonte de salidas, especialmente en recorridos con repechos duros o subidas. Con una ayuda medida y proporcionada, la bicicleta de carrera eléctrica es perfecta para las personas que empiezan, las que tienen un estado de forma decente o las que compiten y quieren rodar sin someter a su cuerpo a una carga de entrenamiento demasiado grande. También es la herramienta perfecta para realizar una sesión de descarga o completar un trabajo técnico centrado en el pedaleo, sea cual sea el perfil del recorrido o la meteorología. Algo parecido a rodar con un rodillo, pero con el placer de poder rodar al aire libre.

Con un peso un poco superior, la bicicleta de carrera eléctrica aporta en compensación una polivalencia inigualable y una gran comodidad para atacar los puertos míticos, facilitar los trayectos o volver a descubrir el gusto por salir en bicicleta.
 


Todo lo que hay que saber sobre las bicicletas eléctricas

Bicicleta de asistencia eléctrica o Speedbike

 

Hay dos tipos de bicicletas eléctricas: las bicicletas de asistencia eléctrica y las Speedbikes.

La bicicleta de asistencia eléctrica es la más extendida. Se trata de una bicicleta equipada con un motor cuya máxima potencia alcanza los 250 vatios y aporta una ayuda de hasta 25 km/h y que sólo funciona si tú también pedaleas.

La Speedbike es menos común. Con una ayuda que llega hasta los 45 km/h, se consideran ciclomotores de dos ruedas L1e-B. Para conducir cualquiera de estos modelos, necesitarás un seguro obligatorio, casco, guantes, permiso de conducción, revisiones ITV y matrícula. No pueden circular por carriles bici.


El motor

 


El motor puede ir montado en el pedalier o en la rueda trasera.

Los motores montados en la rueda trasera son bastantes silenciosos y la transferencia de potencia es directa para conseguir una conducción más dinámica. También permiten el montaje de transmisiones tradicionales en el pedalier. Sin embargo, desmontar la rueda trasera es más complicado y el centro de gravedad está algo más retrasado, más cercano a la rueda trasera.


Pero la tecnología más avanzada que cada vez está presente en más modelos es la del motor central integrado en el pedalier. Esta solución presenta un mejor equilibrio entre eficacia y fiabilidad, con un reparto óptimo del peso, un centro de gravedad bajo y una conducción parecida a la de una bicicleta tradicional. La potencia del motor es de 250 vatios (el máximo permitido). La diferencia entre los motores radica en el par. De hecho, el motor arranca de forma automática cuando comienzas a pedalear y cuando supera los 25 km/h, el sistema se desconecta para que puedas alcanzar velocidades superiores sin tener resistencia en el pedaleo. Este tipo de motor está programado para aportar una ayuda ligera en el arranque y un apoyo constante a medida que la potencia transmitida por el ciclista aumenta para que la sensación de pedaleo sea fluida.
 


La batería

 

La batería, que inicialmente estaba situada en el tubo inferior y después fue integrándose en el cuadro, permite a las bicicletas de carrera eléctricas de nueva generación presentar una línea elegante, parecida a las de transmisión mecánica. La potencia, expresada en vatios-hora, corresponde a la tensión (en voltios) multiplicada por la capacidad (en amperios-hora). Así, cuanto mayor sea la potencia, más autonomía necesitará. En las bicicletas de carretera, las baterías suelen ser de 250 Wh para evitar un peso demasiado grande y mantener un funcionamiento lo más natural posible de la bicicleta.

Las bicicletas de carretera eléctricas tienen una autonomía suficiente para completar una ruta entre 50 y 100 km, o incluso más en función del desnivel del recorrido, la meteorología (viento, temperatura), del peso del ciclista y de su forma física. Los ciclistas que no estén en muy buena forma y usen la ayuda eléctrica en la mayoría de recorridos o los que la usan en recorridos más largo, pueden optar por llevar una segunda batería de repuesto en la mochila. Por el contrario, los ciclistas en buena forma que vayan por recorridos con repechos sólo usarán el motor en las partes más duras de las subidas, completando el resto de la salida con su fuerza muscular.

 

 

La consola o centralita

 

Al contrario que con otros modelos de bicicletas de pedaleo asistido, las bicicletas de carretera eléctricas cuentan con consolas sencillas con las que controlar el paso de un modo a otro y saber el nivel de la batería. Depende del modelo, pero puede ser una pequeña consola sobre el manillar o un botón discreto instalado directamente en el tubo superior, junto a la potencia. Si quieres saber los datos sobre tu ruta, tendrás que hacerte con una ciclocomputadora o un GPS tradicional.

 

¿Cuál es la bicicleta de asistencia eléctrica más indicada para mí?

El cuadro y el material del mismo influyen notablemente en el funcionamiento de la bicicleta. Por eso es muy importante pensar bien el material que mejor se adapta a lo que necesitas, siempre con la vista puesta en el presupuesto.

Normalmente, los cuadros de aluminio presentan un buen equilibrio entre comodidad y rendimiento a un precio asequible. Sin embargo, los ciclistas más exigentes y los competidores no estarán tan de acuerdo con el peso y la falta de rigidez. Este material ha evolucionado mucho en los últimos años, razón por la cual podemos encontrar modelos de aluminio de alta gama con unas prestaciones parecidas a las del carbono. Se suelen usar dos tipos de aluminio: el 6061 y el 7005. El primero destaca por su peso ligero y el segundo por su resistencia, lo que reduce la cantidad necesaria de material para fabricar un cuadro. Algunos fabricantes también tienen cuadros de escandio en su catálogo. Combinado con el aluminio, reduce el peso total en un 10 o un 15 %.

Por otra parte, el carbono es el material más utilizado en el ciclismo en ruta actual. Se puede combinar con muchas otras fibras y el resultado son unos cuadros muy ligeros con una respuesta excelente, pero también muy exigentes a nivel físico y técnico. La densidad y la orientación de las fibras de carbono le otorgan cualidades específicas a cada modelo (elasticidad, rigidez, respuesta, comodidad, aerodinámica...). Quizá un poco excesivos para los que quieren sólo estirar las piernas, son los mejores cuadros para los deportistas empedernidos o los competidores acérrimos.

Cuando sepas el material que te conviene el resto de criterios de elección de tu bicicleta dependen de la disciplina y el terreno de juego: si ruedas sólo en carretera o te gusta lanzarte a los caminos y senderos del campo. Si tan sólo te mueves por la jungla de asfalto, tu opción será la de un cuadro tradicional con ruedas y cubiertas estrechas. Si eres más aventurero, mira los modelos de Gravel, con más espacio entre los tirantes y la horquilla para montar cubiertas más anchas.

Además, el tipo de motor (en la rueda trasera o en el pedalier) va a condicionar en gran medida el modelo de bicicleta final.




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