Las características de las bicicletas de contrarreloj y triatlón
En las bicis de contrarreloj y triatlón, el material que domina actualmente el mercado es el carbono. Los diferentes procesos de fabricación generan cuadros eficaces, aerodinámicos y ligeros, a pesar de que sean más pesadas que las bicicletas de carrera clásicas. Sobre todo, son modelos mucho más rígidos.
El comportamiento y la penetración en el aire de estas bicicletas se estudian en el túnel del viento de forma sistemática. Destacan los tubos extragrandes y las horquillas más anchas para reducir las turbulencias. El ángulo de tubo del sillín es mucho más pronunciado, mientras que la tija de sillín y el manillar están más bajos. El tubo superior está en una posición más baja y los acoples completan el conjunto para que la posición del ciclista sea aún más aerodinámica. Por último, se priorizan los componentes integrados: la potencia, la tija de sillín o los puentes de freno...
Algunos modelos con carenado, con una posición más avanzada o con acoples más largos suelen usarse para las pruebas de triatlón y no se pueden utilizar en las pruebas contrarreloj puesto que no cumplen con las normas de la UCI.
¿Cuál es el cuadro más indicado para mi disciplina?
Para las prácticas ocasionales o para empezar en esta disciplina, lo mejor es decantarse por un cuadro de aluminio. El equipamiento ha evolucionado de forma que tengamos unas bicicletas eficaces con un precio asequible gracias al aluminio.
Los competidores más habituales pueden optar por un cuadro de carbono, más ligero y rígido, para conseguir el mejor rendimiento.
Sea cual sea el material, hay que prestar especial atención a la talla del cuadro ya que el tubo horizontal es más corte en una bicicleta de carrera y el eje de pedalier tiene una posición más alta, con lo que se reduce el tamaño del tubo del sillín.
Por último, si quieres participar en competiciones o carreras con perfiles de montaña o con repechos, lo mejor es inclinarse por un modelo menos exclusivo, ya que puede ser una auténtica pesadilla a la hora de subir. Una bicicleta de carrea con un perfil aerodinámico o de montaña es una buena elección y te permite montar los acoples por separado para poder contar con la ventaja de la posición más aerodinámica (el cuerpo sobre el manillar) en las zonas más rápidas.
La importancia de las ruedas
En estas disciplinas, la elección de las ruedas es vital para optimizar el conjunto y sacar el máximo partido a las características del cuadro. Esta elección depende principalmente de los perfiles que vayas a recorrer y las condiciones meteorológicas.
La mayoría de los especialistas de contrarreloj (los grandes rodadores) y los triatletas tienen muchos pares de ruedas para poder adaptarse a estos dos elementos.
-
Llanta baja
Una llanta baja y ligera garantiza unas subidas más rápidas y unos cambios de ritmo fulgurantes para usarla en la montaña.
-
Llanta de perfil más alto
Una llanta más alta es mejor para los recorridos planos o con repechos suaves que ofrece un mejor rendimiento en términos de energía cinética y aerodinámica.
-
Rueda lenticular
Los más ambiciosos optarán por las ruedas lenticulares si la meteorología lo permite (que no haya viento). Sin embargo, estas ruedas son muy exigentes, tanto a nivel físico como técnico, por lo que requieren un mayor control.