CARRETERA - Componentes > Tijas de sillín

El primer elemento que hay que tener en cuenta es el diámetro de la tija de sillín misma. No debemos confundirlo con el diámetro de la abrazadera para sillín que suele ser diferente, ya que el grosor de los tubos utilizados por el fabricante puede cambiar.

Después entra en juego la longitud. Debe ser lo bastante grande para mantener la distancia necesaria entre el eje de pedalier y el punto de unión del sillín, de acuerdo con las medidas que tenga. Tiene que entrar al menos 10 cm dentro del tubo del cuadro para garantizar la resistencia del conjunto.

En cuanto a la forma de la tija, el retroceso a influye directamente en la posición del ciclista. Para ser más exactos, esta característica te permite ampliar la distancia entre el sillín y el puesto de conducción b si notas que tu bicicleta se te queda un poco corta. Pero ten cuidado, ya que el retroceso también modifica la posición del ciclista con respecto al pedalier. Si queda muy retrasado, la postura no te permitirá desplegar toda la potencia que tengas a la hora de dar pedales. Las tijas sin retroceso o rectas no permiten ajustes, pero presentan una mayor resistencia y una transmisión óptima de la potencia.

Por último, puedes elegir también el material de la tija de sillín: además de por su peso mínimo, el carbono garantiza una gran comodidad. El aluminio es menos cómodo, pero mucho más asequible y casi igual de ligero. Si el aluminio no termina de convencerte, la flexibilidad del titanio es una buena opción combinada con un peso contenido.