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¿Cómo escoger las luces para una bicicleta?

Sea cual sea tu disciplina - MTB, carretera, viaje, urbana-, el montaje de un buen sistema de iluminación en tu bici es fundamental para ver y ser visto. Potencia, autonomía, situación y espacio son los elementos que hay que tener en cuenta. Pero es muy difícil aunarlos todos entre la multitud de productos y las diferentes unidades de medida usadas por los fabricantes. Aquí tienes algunos consejos para escoger los dispositivos más adecuados.

Características de las luces

  • Las diferentes unidades de medida: lux, lumen.
  • Los diferentes tipos de luces: bombilla clásica, halógena, led.
  • Tipo de alimentación: pilas, baterías recargables, dinamo, bicicleta eléctrica.
  • Los modos de iluminación.
  • Los tipos de instalación.

Todo lo que hay que saber de la iluminación en bicicleta

Las diferentes unidades de medida

Según el fabricante y los productos, la potencia de una luz puede expresarse en lux o en lúmenes. Aunque estas dos unidades no hacen referencia al mismo concepto, son complementarias. El lumen (lm) es una unidad de potencia que mide el flujo luminoso que puede producir la luz en todas las direcciones. Este valor es el mismo sea cual sea la distancia del objeto iluminado y puede proporcionarlo el led o la luz misma. EN este caso, el valor es más bajo porque la luz pierde potencia cuando pasa por la lente. Sin embargo, es el valor más que más se acerca a la realidad ya que es el único que puede percibir el ojo humano.

 

Por otra parte, el Lux (lx) es una unidad que mide la iluminación de una superficie (una carretera, un árbol), es decir, la cantidad de lúmenes recibida por metro cuadrado. Este valor cambia en función de la distancia que haya con la fuente de luz o de la calidad de la lente. De hecho, 1 lux = 1 lumen/m². El valor en lux se mide normalmente a una distancia entre 1 o 10 metros.

 

También tenemos que señalar las candelas, que representan la intensidad luminosa saliendo de la fuente. Pero esta medida se utiliza cada vez menos por los fabricantes.

 

Si los datos sólo vienen expresados en lux, es importante saber cuál es la distancia con la que se ha calculado este valor. También sería interesante conocer el diámetro del haz de luz cuando la fuente está a 1 o 10 metros para conseguir encontrar la luz que mejor se adapte a tu disciplina. De este modo, dos luces puede que alcancen el mismo número de lux a 10 metros, pero los lúmenes ni se acerquen. En este caso, los lúmenes adicionales crean un haz más ancho para cubrir una zona aún más extendida.

 

300 lúmenes / 28 lux a 10 m

500 lúmenes / 28 lux a 10 m

 

La potencia adicional se puede utilizar a iluminar más lejos, más ancho o ambas cosas según el caso y la necesidad. Una luz potente tiene un objetivo claro, iluminar la carretera o el camino al menos 20 metros, pero incluyen los bordes para tener la visión más completa y segura posible. La dificultad estriba en conseguir un haz de luz lo bastante ancho sin que disperse la luz y mantenga una iluminación fuerte en la parte central.

 

Tipos de luces

Existen tres tipos de luces:

 

La luz de bombilla clásica es la más asequible porque su tecnología es la más sencilla. Pero la potencia suele limitar la potencia y la iluminación es de pobre calidad.
Sólo se usa en los montajes de los modelos de entrada de gama.

La bombilla halógena puede funcionar a una temperatura más elevada que las bombillas clásicas, con lo que es un elemento más eficaz que los faros estándar. Sin embargo, consumen mucha energía y se han ido sustituyendo poco a poco por los ledes.

Las bombillas led son la referencia actual. De hecho, tienen una vida útil mucho más larga (cerca de 100.000 horas) y pueden producir más luz que las bombillas halógenas o estándar y consumiendo menos energía.

 


Si la bombilla aporta la potencia de la luz, el haz de luz lo forman la lente o un reflector.

 

Con un reflector tradicional, no hay un control real de la luz. La bombilla ilumina directamente hacia el exterior con un resultado al que le falta eficacia. Este tipo de reflectores sólo se utiliza en productos básicos.

A diferencia de los reflectores tradicionales, la lente te permite controlar la luz para crear un efecto degradado o, por el contrario, un punto central muy luminoso en función del objetivo que quieras iluminar.

Por último, se puede optar por un reflector moderno en el que el led está situado de forma horizontal, enfocado directamente hacia el espejo. Con esto se consigue un control total del haz de luz, o incluso crear varios haces con una misma bombilla/led.


Tipos de alimentación

Las luces a pilas (recargables o no, según el modelo) representan una solución sencilla y económica. Si son compactas y ligeras, con una autonomía reducida y sin indicador de carga, tendrás que estar atento para no quedarte a oscuras durante un desplazamiento. Además, al tener tan poca autonomía, las luces suelen ser menos potentes. Mejor dejarlas para un uso ocasional en desplazamientos cortos, si es posible en zonas iluminadas.

Las luces con batería recargable (lo más común suele ser por USB) tienen una autonomía muy superior y/o sirven para encender una luz más potente. Su ventaja es que se pueden recargar rápidamente y con facilidad (por ejemplo, en la oficina, con un simple cable USB). Para los modelos más potentes, la batería puede ser externa. Más pesada y voluminosa, esta batería se puede llevar guardada (cuadro, mochila) para repartir mejor el peso, especialmente para las luces de casco.

Las luces con dinamo no tienen muchas cosas en común con las que se usaban antiguamente. El buje con roldana en la rueda trasera ha ido desapareciendo porque tiene el inconveniente de que se crea un roce que ralentiza la bici y tan sólo proporciona una luz débil a poca velocidad que se acaba apagando cuando el ciclista deja de avanzar. Cada vez más, la dinamo está alojada en el buje delantero y trabaja con un condensador para que la luz se mantenga encendida hasta que pares. Una solución muy frecuente que podemos ver en las bicicletas de paseo, urbanas y de viaje.

Por último, la mayoría de las bicicletas eléctricas urbanas cuentan con luces específicas para bicicletas eléctricas. Las que toman la energía de la batería de la bicicleta. Además de que no dejan de iluminar en ningún momento (incluso con la bici parada), estas luces tienen la ventaja de que se adaptan a la luz ambiente para garantizar su eficacia durante la luz del día y en la oscuridad de la noche. Pero no se quedan ahí, también se adaptan a la velocidad del ciclista. Algunas van conectadas a las manetas de freno para avisar de una frenada. En cualquier caso, tendrás que comprobar si el motor de tu bicicleta es compatible con las luces.

 

Hay que resaltar que si las luces a pilas y las baterías son desmontables, las luces con dinamo y las luces de bicicleta eléctrica van normalmente montadas y fijas en la bicicleta.


Tipos de iluminación

Las luces cada vez tienen más tipos de iluminación para adaptarse a todas las situaciones posibles: según como quieras ver o ser visto, si vas por una zona urbana iluminada o por el bosque, si sales a rodar de día (para llamar la atención del resto de usuarios de la carretera) o de noche...

Normalmente, los modos fijos o continuos son los más indicados para ver, mientras que los modos intermitentes iluminan menos pero llaman más la atención del resto de vehículos. También consumen menos energía, lo que te permite sacar el máximo partido a la batería. Cuando vayas a elegir la luz, fíjate bien en los diferentes modos de iluminación, la potencia y la autonomía que prometen. No sirve de nada escoger una luz con muchísimas opciones si, por ejemplo, sólo vas a realizar desplazamientos cortos en zonas urbanas.

También existen las luces de bicicleta con radar. Estos modelos tope de gama se pueden vincular a los GPS y se adaptan perfectamente a la circulación. La intensidad del haz de luz varía en función de la velocidad de la bicicleta, del resto de vehículos y de la luminosidad ambiente. La luz ilumina más o menos lejos cuando vas frenando o te paras.


¿Dónde y cómo colocar las luces?

En primer lugar, esto es lo que dicen las normas sobre la señalización de las bicicletas:

  • • Como mínimo 1 luz (faro) amarilla/blanca y 1 catadióptrico blanco en la parte delantera.
  • • Como mínimo 1 luz (piloto) roja y 1 catadióptrico rojo en la parte trasera. El ángulo de la luz tiene ser de al menos 120°.
  • • Como mínimo 1 catadióptrico naranja en cada pedal y en los laterales (radios o cubiertas).

Le código de circulación no incluye ninguna aclaración sobre la potencia de la luz o la alimentación eléctrica.

 

En segundo lugar, si no fijamos en el plano técnico, las luces pequeñas se colocan en la mayoría de productos con una abrazadera de silicona para engancharlos y quitarlos fácilmente, con la capacidad de adaptarse a casi todas las bicicletas.
Las luces más potentes y las más voluminosas necesitan en la mayoría de los casos una sujeción con abrazadera que se monte sin herramientas.
En función del modelo, las luces incluye uno o varios sistemas de sujeción, con adaptadores que pueden venir incluidos o se venden por separado.

Según el modelo, las luces traseras se pueden montar sobre la tija de sillín (lo más habitual), los tirantes, el portaequipajes, los guardabarros, las mochilas o las bolsas de sillín que tengan un soporte.

En la parte delantera, si la sujeción al manillar es la más utilizada para las luces desmontables, las luces con dinamo y las luces de bicicleta eléctrica se montan normalmente sobre la horquilla. También se pueden colocar luces en el casco, para dirigir el haz de luz al lugar al que estés mirando, algo muy útil en los recorridos sinuosos. La mejor opción es combinar una luz en el casco que cree un punto luminoso más alejado de la luz del manillar que aporte un haz de luz lo más amplio posible.

 

 

¿Cuáles son las luces más adecuadas para la disciplina que practico?

 

En ciudad, si sólo pasas por calles bien iluminadas, un par de luces sencillo, con un modo fijo y otro intermitente, entre 5 y 10 lúmenes de potencia en la trasera, y entre 20 y 30 para la delantera, servirá perfectamente.
Si eres de los que pedalea de forma ocasional únicamente, las luces a pilas hacen muy bien su trabajo. Si usas la bici a diario (para ir al trabajo) y/o en largas distancias, las luces con batería recargable (preferentemente por USB) son la alternativa más lógica.
Si el recorrido que realizas incluye partes menos iluminadas (desplazamientos en zonas periurbanas), una luz trasera entre 20 y 50 lúmenes y una luz delantera entre 30 y 200 lúmenes con varios modos fijos e intermitentes garantizan una seguridad óptima y una iluminación perfecta de la calzada.
En cualquier caso, si vas a aparcar la bici en la calle, lo mejor es que uses luces desmontables con facilidad para poder llevarlas contigo cuando hayas dejado la bici con el antirrobo. Las luces de bicicleta son presa de los ladrones con mucha frecuencia.

 

Para el ciclismo en carretera, necesitas una luz trasera potente que indique a los conductores tu presencia en la carretera desde lejos y tengan tiempo de anticiparse, especialmente en las carreteras con el límite de velocidad en 80 km/h. Una potencia de 100 lúmenes es lo mínimo que debe tener la luz para asegurar una visibilidad a varios cientos de metros.

En la parte delantera, la luz debe tener entre 200 y 800 lúmenes con un haz principal que ilumine lo bastante (100 metros como mínimo) y haz secundario que alumbre los laterales. Esa sería una solución eficaz. Encontrarás modelos de hasta 1.500 lúmenes si buscas la máxima potencia. En este caso, coloca bien la luz para no deslumbrar al resto de usuarios de la carretera que vengan en sentido contrario.

 

Para MTB se recomienda el uso de la luz delantera más potente ya que la prioridad es ver bien desde lejos y a lo ancho para anticipar mejor la trayectoria que vas a seguir. El mínimo es 500 lúmenes y a partir de 1000 notarás la tranquilidad y la comodidad, a pesar de que hay modelos que alcanzan hasta los 2.000 lúmenes. Lo mejor es combinar una luz en el manillar y faro en el caso para asegurar el campo visual más amplio y seguro.

En la parte trasera, una luz entre 10 y 50 lúmenes bastará en la mayoría de casos si sólo ruedas por senderos y caminos sin tráfico de coches.


 
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