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La cámara de aire para MTB es la membrana, diseñada muy a menudo en caucho sintético, que se desliza entre la cubierta MTB y la llanta de la rueda. La cámara de aire para MTB, que cuenta con una válvula de tipo y longitud variables, se infla más o menos en función de las necesidades de rendimiento, amortiguación o comodidad de cada uno. A diferencia de una cámara de aire para una cubierta de Carretera, de la que existe un tamaño principal (para rueda de 700), las medidas de las cámaras de aire MTB se ofrecen con los mismos tres estándares de rueda MTB: en 26, 27,5 y 29 pulgadas. ¡Así que fíjate bien en los laterales de tu cubierta para elegir tu cámara de aire!
El mayor reto de una cámara de aire para MTB, sobre todo en todoterreno, es reducir (tanto como sea posible) el riesgo de sufrir pinchazos. Para quienes sea esta su preocupación principal, los fabricantes han elaborado unos modelos «antipinchazos» que cuentan con una dosis de líquido preventivo, que repara al instante cualquier perforación. Hutchinson («Protect’Air»), Michelin («Protek»), Slime, No-Flats y OKO son algunos de ellos. En nuestra página web también encontrarás todo lo necesario (bombas de mano, líquidos preventivos y kits de reparación) en caso de pinchazo. Por el contrario, existen modelos ultraligeros de cámaras de aire para MTB (por debajo de 100 gramos), destinados a la competición MTB.
Además de por el diámetro, la cámara de aire para MTB se caracteriza por el grosor de su envoltura, que la hace más resistente cuanto mayor sea. También hay que tener en cuenta las amplitudes mínima y máxima de inflado: aunque la sección de tu cubierta las admita, es conveniente evitar introducir demasiada presión en el interior de la cámara cuando se acerque al límite (una cámara demasiado tensa tiende a sufrir pinchazos). Para las cubiertas más amplias y recias, que se utilizan en Descenso o Freeride, la cámara de aire MTB se adapta, presentando una amplitud máxima de 2,70 y un grosor de 1,5 cm.