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Para evitar dolores articulares, una parte muy importante es el ajuste de las calas y los pedales automáticos.
Recuerda el pedal derecho ("R") hay que apretarlo en el sentido de las agujas del reloj, mientras que en el pedal izquierdo ("L") es al revés, en el sentido opuesto al reloj.
Los pedales automáticos requieren el uso de zapatillas específicas en las que habrá que colocar unas calas. Estas calas funcionan como conexión entre la zapatilla y el pedal. Aquí puedes ver los pasos a seguir para ajustar las calas en la zapatilla:
Las calas ya están montadas. Comprueba la sujeción del apriete después de la primera ruta.
Este es un ajuste básico, que no tiene en cuenta posible problemas patológicos o de salud. Es muy importante probarlo en recorrido cortos para comprobar que está bien o si necesita algún retoque en función de tus sensaciones.
Para realizar un ajuste más preciso:
Si mueves las calas hacia atrás, notarás menos presión en los gemelos y estarás más cómodo en los descensos. Este ajuste puede ser útil para los que empiezan o para una disciplina de MTB como el All Mountain.
Si mueves las calas hacia adelante, será más fácil empujar los pedales, pero los gemelos sufrirán más. Este ajuste se recomienda para disciplinas de competición como el Cross Country.
Si tienes dolores en las articulaciones por culpa de los pedales automáticos, la mejor opción es consultar a un médico o realizar un estudio o valoración postural para saber si necesitas algún tipo de ajuste especial.
Algunos pedales automáticos te permiten ajustar la tensión del muelle para determinar el esfuerzo necesario para descalzar la zapatilla del pedal. Si estás empezando, lo mejor es optar por una tensión baja para evitar las caídas hasta que te acostumbres a este sistema. Después, cuando ya estés familiarizado con él, podrás adaptarlo a tu estilo de conducción.