Al igual que las conocidas empresas de Silicon Valley, la alemana Ghost surgió en un humilde garaje entre dos amigos. Uwe Kalliwoda y Klaus Möhwald eran dos colegas amantes del ciclismo con una idea común: fabricar bicis rápidas, innovadoras y, sobre todo, divertidas. Uwe y Klaus empezaron vendiendo y arreglando bicicletas en su universidad antes de crear la empresa en el año 1993.

Ese mismo año, los dos empresarios lanzaron su primera creación: la Mountain Bike Lector. Su nombre proviene del legendario personaje de Hollywood y está compuesta por componentes de alta gama con un peso de sólo 9,9 kg. Una entrada por todo lo alto en el mercado que se convertiría en una auténtica referencia en el circuito de Cross Country.

Actualmente, la sede de la empresa sigue en Europa, donde empezó la aventura, en Waldsassen, una ciudad de Baviera rodeada de lagos y bosques muy propicia para salir de ruta MTB.

Ghost forma parte del grupo Accell que reúne marcas como Lapierre o Raleigh, y cuenta con más de 330 empleados en todo el mundo. Una marca con gamas que van desde el Cross Country al DH, pasando por Enduro, carretera, trekking e incluso bicicletas eléctricas, de paseo y de niños. La marca también diseña y fabrica bicicletas para mujer con una geometría que se adapta perfectamente a su anatomía.