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Transmisión - Transmisión electrónica MTB

¿Por qué pasarse a la transmisión electrónica?

La transmisión electrónica ha sabido evolucionar hasta llegar a la madurez con una gama de productos cada vez más amplia. Pero, ¿por qué deberíamos pasarnos a una transmisión electrónica? ¿Es una ventaja o una fuente de problemas?

Aquí tienes algunas respuestas.

 

¿Te aburre cambiar cada temporada el kit de cables y fundas? Pues esa es una de las ventajas de la transmisión electrónica. De hecho, el mayor enemigo de un mando con cable es el roce. Con que un poco de barro o de suciedad entre en el sistema, el roce entre los dos elementos aumenta. Y ahí es donde empiezan los problemas. La corrosión o la falta de lubricación causada por el tiempo o el agua que se haya infiltrado provoca el mismo problema. La transmisión electrónica acaba con todos estos problemas con una aparente sencillez: sin cables y sin fundas, no hay problemas.

¿Te cansa tener que ajustar cada dos por tres el cambio? Aquí también la ventaja del sistema electrónico es clara. Aunque sea muy resistente, un cable de acero trabaja y se estira ligeramente con el tiempo. El fenómeno inverso ocurre con la funda, es decir, que se va comprimiendo con el tiempo. Por eso, hay que controlar y ajustar con cierta regularidad el cambio. En los sistemas electrónicos, el desviador se sitúa de forma automática para alinearse a la perfección en cada marcha sin que el ciclista tenga que intervenir.

Para terminar, os dejamos algunos puntos extra... El ajuste es completamente electrónico y las posibilidades son enormes. Depende de la marca, pero aquí tiene ejemplos de funciones disponibles en los sistemas eléctricos:

  • El ajuste de las horquillas con mando eléctrico en el mismo dispositivo
  • La lectura y la grabación de los datos de velocidad (piñón/plato usados) en un GPS
  • La posibilidad de modificar la forma de accionar las marchas (un sólo mando para los cambios delantero y trasero, cambiar las marchas en el mando izquierdo, etc.)
 

A pesar de todas estas ventajas, algunos ciclistas todavía tienen miedo a probar los sistemas electrónicos. Las quejas más habituales tienen que ver con el sellado y la autonomía. La resistencia al agua y el barro de estos sistemas está más que probada desde hace años, especialmente en disciplinas como Ciclocross, en donde las condiciones meteorológicas pueden ser extremas. Sobre la autonomía de la batería, depende de la versión (1 o 2 platos), porque los fabricantes anuncian entre 500 y 1.000 km, para estar tres días rodando sin preocuparte por la batería.

Entonces, ¿te convence la transmisión electrónica?

Espere un momento, por favor