Las bicicletas están compuestas por muchas piezas pequeñas que se van desgastando con el tiempo y el paso de los kilómetros. Entre todas las piezas, algunas son esenciales para el buen funcionamiento y desarrollo de los entrenamientos y las competiciones. Ese es el caso del rodamiento MTB. Este pequeño rodamiento de bolas, situado en el pedalier e incluso en el buje, es una de las piezas clave para que la bicicleta funcione a la perfección.
El rodamiento de la bicicleta es una de las primeras piezas que se desgasta por el uso. La razón es muy sencilla: además de soportar todo el peso del ciclista, el rodamiento se encarga de hacer girar el conjunto de mecanismos de forma correcta. Y siempre suele ser la pieza que está más expuesta al mal tiempo. El rodamiento sufre con el viento y la lluvia hasta atascarse, por lo que necesita un mantenimiento habitual para evitar sorpresas.
Así que, si sales a rodar con frecuencia, engrasar bien los rodamientos de las ruedas MTB es fundamental, al menos una o dos veces al año, para garantizar un comportamiento óptimo y sin bloqueos. Y a la menor señal de mal funcionamiento, cambia el rodamiento MTB.
Cada bicicleta, cada cambio y cada buje tiene sus características especiales, un diámetro y una capacidad específica. Cuando cambias una pieza suelta, fíjate bien y escoge la pieza adecuada que corresponda exactamente a tu bicicleta, pero sin olvidar las condiciones de las rutas que sueles recorrer.
Para ayudarte a encontrarla, Bikeshop te ofrece una amplia gama de rodamientos MTB. Diámetros, competencias y materiales: elige el rodamiento compatible con tu bicicleta.