En bici al curro y del curro al sobre

Tardarás menos

Puede que muchos lo hayan olvidado, pero la bici es, ante todo, un medio de transporte. Muy fácil de usar, barato y eficaz.

Sea cual sea la distancia, moverse en coche sigue siendo, por desgracia, la opción preferida de la mayoría. A pesar de que más de un tercio de los trabajadores viven y trabajan en la misma ciudad, y que para estos los trayectos de casa al trabajo normalmente suelen ser de menos de 10 kilómetros, más del 58 % lo hacen en coche.

Así que con el tráfico que hay en las ciudades con mucha población, y más aún en hora punta, seguro que tardas menos en bici. En ciudad los coches avanzan a una media de 15 km/h mientras que en bici se va a una media de 17 a 23 km/h. Y además, se acabó eso de perder tiempo en los atascos o dando mil vueltas para encontrar aparcamiento.

Y también lo podemos aplicar a los que se mueven en transporte público. En bus, en metro, en tranvía, en tren... Los usuarios siempre tienen la incertidumbre de si llegarán a su hora (las dichosas averías, las huelgas, los incidentes técnicos o ajenos). Con la bici ¡se terminó el tener que esperar en las estaciones del metro o las paradas del bus! ¡Se acabó el tener que esperar al siguiente que el tuyo se te ha escapado! ¡Se acabó tener que cambiar 3 veces para llegar a destino porque no hay un itinerario que vaya directo! Coge tu bici. Tú decides a qué hora sales para estar seguro de a qué hora llegas, y optimizas el recorrido para ir directo al grano.

Es una alternativa excelente al transporte público

El primer factor de propagación de los virus y bacterias es la promiscuidad. Ya sabemos que una vez que podamos retomar la vida fuera de nuestros hogares, vamos a tener que evitar al máximo encontrarnos como sardinas en lata en los buses, metros, tranvías y trenes… Respetar la distancia social va a seguir siendo un elemento clave para vencer definitivamente a este virus.

Además de ser espacios muy confinados, mal ventilados y que suelen estar hasta las trancas (y más aún en hora punta), todos sabemos que las condiciones en las que se viaja y la comodidad durante el trayecto suelen ser bastante espartanas en los transportes públicos.

La bici es, pues, la forma más efectiva de evitar las aglomeraciones y respetar el distanciamiento social.
¡Y de hacerlo cómodamente!

El medio de transporte más económico

Sin duda, una de las razones de más peso para coger la bici antes que el coche para ir a trabajar es que te va a salir muchísimo más barato. Si tenemos en cuenta los gastos de comprarse un coche y financiarlo, y todos los gastos que conlleva: el seguro, la gasolina, el mantenimiento, el alquiler o la compra de una plaza de garaje, los posibles peajes, el coste del aparcamiento en la ciudad o en un parking subterráneo...

Con un coste medio de 0,6 €/km y una distancia media de 25 km (es decir, 50 km en total ida y vuelta), un conductor gasta de media unos 30 € al día, lo que se convierte en 150 € a la semana si trabaja de lunes a viernes, en 660 € al mes con 22 días laborables y en 7.050 € al año (47 semanas de trabajo). Cifras que pueden dar dolor de cabeza.

Ni que decir tiene que el gasto de ir en bici es diminuto en comparación.

Tu salud te lo agradecerá

Asúmelo, la actividad física ha brillado por su ausencia estas últimas semanas... Con el verano a la vuelta de la esquina y el fin del confinamiento, es hora de ponerse manos a la obra y de nuevo en forma.
Quizás has pensando en la bicicleta para estirar las piernas tras estos 2 meses de sofá. ¡Pero la bici puede ofrecerte mucho más de lo que crees!

Aquí tienes unos datos que probablemente no sabías:

• 30 minutos de bici al día reducen un 40 % el riesgo de sufrir diabetes.
• La bici, como actividad física moderada, activa el sistema inmunitario y lo hace más eficaz a la hora de luchar contra las infecciones.
• Hacer bicicleta también estimula el músculo cardiaco, reduce el ritmo del corazón en reposo, la presión arterial e incluso el nivel de colesterol.
• Salir a rodar al aire libre, recibiendo la luz natural del sol, ayuda a regular el ritmo circadiano, lo que reduce el estrés y contribuye a mejorar la calidad del sueño

...y tu mente también

La bicicleta es un medio excelente para relajarte antes y, sobre todo, después de un día de trabajo. Te despejará la mente, te recargará las pilas y te vendrá bien después de estos días tan apagados...

Por una parte, como cualquier actividad deportiva, salir a dar pedales provoca la liberación de endorfinas que reducen la ansiedad, el estrés y hasta el riesgo de caer en una depresión. (Perfecto para esta situación posconfinamiento, ¿verdad?)

Por otra parte, está demostrado científicamente que rodar un poco cada día aumenta un 20 % tu nivel de energía y reduce un 65 % el cansancio.

Y como no dependeríamos más del transporte público, puedes decir adiós al miedo de perder el autobús y tener que esperar al siguiente, o la angustia de llegar tarde a tus reuniones porque estás en un embotellamiento de aúpa. ¡Dile adiós al estrés!

Mejora la productividad

Después de una noche de sueño reparador tendrás la energía a tope.
Si practicas deporte por la mañana, contarás con un subidón psicológico. Así es, el deporte matinal limpia la mente y te da un plus de energía positiva que te ayudará a rendir durante todo el día.

La seguridad

El tráfico se ha reducido y muchas ciudades van a aprovechar este periodo para crear más carriles bici, al menos provisionales, porque son rápidos, asequibles, reversibles y bastante seguros, … y ¡podríamos seguir con más ventajas!
Es muy probable que las principales vías de tráfico se mantengan cerradas para los coches en las próximas semanas y meses, y que se fomente que los ciudadanos se desplacen en bici para seguir con las medidas de distanciamiento social.

¡El planeta te dará las GRACIAS mil veces!

Al reducir la emisión de calor desde la tierra, los gases de efecto invernadero no seguirán incidiendo en el cambio climático. Más de dos tercios de los gases de efecto invernadero emitidos en la ciudad es dióxido de carbono (CO2).

El transporte por carretera es el responsable de un tercio de esas emisiones de CO2, y la mitad corresponde a los vehículos privados. Los desplazamientos de casa al trabajo sólo representan el 4 % de estas emisiones, pero entran en juego si hablamos del desarrollo sostenible.

Si todos individualmente recurrimos al coche de forma masiva tras el confinamiento, será peor el remedio que la enfermedad. ¿Y no es lo que queremos, no? Con ciudades llenas de atascos, se volverán a disparar los niveles de la contaminación atmosférica. Además, que no se te olvide que la contaminación de partículas en suspensión, producida en gran parte por el tráfico urbano, contribuye a aumentar la mortalidad vinculada al coronavirus.
Así que ¡todos en bici! ¡Ayudemos a mantener el aire limpio!
Cada gesto cuenta.

La primavera te lo pide

Este tiempo primaveral es toda una invitación: sol, brisa fresca, temperaturas cada vez más agradables... Además, el equipamiento ciclista ha mejorado a un ritmo increíble para que puedas rodar cómodamente, sean cuales sean las condiciones meteorológicas.

En definitiva, ya lo habrás entendido, es el momento perfecto para ir a trabajar en bici. Con el aire mucho menos contaminado y las ciudades casi desiertas, preparadas y aseguradas con las nuevas estrategias de urbanismo que se van a implementar, lo tienes todo a favor para volver a ponerte en forma con tu bicicleta. Así que venga, ¡los pies a los pedales y las manos al manillar! Al principio puede que te cueste, pero estamos seguros de que te acostumbrarás y seguirás haciéndolo cuando todo esto pase.